¡Bendita su abuela!

Desde el primer momento que Willie Colón piso el escenario del Teatro Diana, agradeció a su abuela que, viviendo en Nueva York le enseñó a hablar y escribir en español, y de paso, le compró su primer instrumento.

“Bendita tu abuela”, gritó un fan desde las butacas, y sí, gracias a ella, el trombonista cumple 50 años en la salsa y los que le faltan.

Él lo sentenció, era su pachangón y como tal convirtió el foro en un salón de baile, aunque el público dejó la bailada para otro día, y desde su asiento lo ovacionó.

Conforme avanzó la noche, el público se atrevía a gritar desde su lugar las canciones que quería escuchar y él respondía con simpáticas palabras.

Temas como Te conozco bacalao y Calle Luna fueron apareciendo, y todas fueron bien recibidas por el público, en su mayoría adultos que han seguido su carrera por décadas.

Acompañado de nueve músicos y dos coristas, el trombonista hacía que todos movieran los pies y manos al ritmo de la salsa.

Como dijo, hubo espacio para temas de amores y exorcismos, donde dejó ver que a sus 67 años su voz y pulmones siguen impecables.

El tema que logró levantar al público para bailar en su pedacito de lugar fue Idilio.

Para esta noche estrenó arreglos de Quiero saber.

Otros temas como Asia y Demasiado Corazón siguieron animando a la gente a bailar en pareja en las orillas del teatro.

En su repertorio incluyó el tema de Juan Gabriel Hasta que te conocí, la cual fue cantada por todos los asistentes.

Seguían los gritos pidiendo canciones, y Willie bromeó diciendo que el show es de un día, y remató con una broma, La pollera colorá no es mía.

Talento de televisión paró a todos de sus asientos para bailar a ritmo de salsa. Y la locura la trajo El gran varón.

“Gracias al pueblo mexicano”, dijo emocionado Willie Colón antes de salir del escenario.

Un público de pie pedía a gritos otra, y salió de nuevo a complacerlos con La murga de Panamá.

Una noche digna de 50 años de trayectoria. Y todo gracias a la abuela.

JJ/I